sábado, 21 de junio de 2008

Filosofía dentro de un chándal

Llega un momento en la vida de toda persona, en la que por motivos X, se ve destinada a vivir una temporada dentro de un chándal. Normalmente suele ser la primera fase después de haber tenido una decepción amorosa. Ese momento en el que el mundo se te cae encima y al no saber que hacer, lo único que se te ocurre es meterte en un chándal y ver moverse las manecillas del reloj desde tu sofá mientras devoras media nevera y miras la teletienda. Es una forma de poner tu vida en pausa, rebobinar para ver que ha fallado esta vez y poder darle al play desde una nueva perspectiva y con un montón de nuevas metas que con el tiempo volverán a acabar metidas en un chándal. Un comportamiento un tanto extraño que repetimos todos de la misma manera una y otra vez gracias a la magia del chándal.
El chándal tiene que ser unas cuantas tallas más grandes a la que utilizas normalmente, no ser de colores llamativos (exceptuando a las rayas de los laterales que cuanto más fosforescentes sean mejor) y ir combinado con unas zapatillas de andar por casa de las mas hechas polvo y con más pelusa enganchada que encuentres.
Si llegados a este punto te estas preguntando porqué un chándal y no cualquier otra cosa, la respuesta es muy sencilla. Con un chándal puesto puedes desde echarte a dormir o dar vueltas por el pasillo de tu casa, hasta bajar al estanco a comprarte un cartón de tabaco o ir al Día a por helado y cocacola. Y todo sin cambiarte de ropa en días, que más se puede pedir!
El efecto chándal no suele durar más de 2 semanas, como mucho 3 en casos extremos. Pasado ese tiempo te sentirás como nuevo y listo para volver a cagarla en cuanto menos te lo esperes, pero por suerte, siempre tendrás a tu chándal en el fondo del cajón preparado para volver a animarte.

2 comentarios:

L. dijo...

Joder, lo que da de sí un chándal. Irónico-festivo, me gustó

Omega dijo...

El chándal... hubo una temporada que solía vestir en chándal sin estar depre.

Bueno... no me gusta esta filosofía que no hace para mi, un par de semanas es poco tiempo para alguien que tarda mucho en hacer las cosas.